viernes, 22 de enero de 2010
NOVEDADES EN EL TRATAMIENTO DEL PIE DIABETICO – Fuente Revista Pronto – Fabiana Polinelli
Durante el verano, ya sea por el calzado o por el contacto del pie con la arena o con superficies calientes, las lesiones plantares en pacientes con diabetes pueden derivar en serias complicaciones. Empeora el cuadro por la poca sensibilidad en los pies.
Se estima que entre el 15 y el 25 por ciento de los pacientes con diabetes desarrollaran úlceras en algún momento de su vida. Según estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés), como consecuencia de una progresión de estas heridas, cada 30 segundos se produce en algún lugar del mundo una amputación a causa de esta enfermedad.
¿Por qué se llega a padecer el pie diabético? La falta de control de los niveles elevados de azúcar en sangre característicos de la diabetes, produce un daño progresivo de los nervios y de los vasos sanguíneos de las piernas. Esta situación genera, por un lado, lo que se denomina neuropatía diabética o una falta de sensibilidad en los miembros inferiores que favorece la aparición de lesiones. Y por otro, lo que se conoce como enfermedad vascular periférica o pie isquémico. “Cuando hay una neuropatía diabética, el paciente se lastima y no se da cuenta; y hay una pérdida de sensibilidad frente al dolor, al calor o al frío. Por lo tanto un simple corte o raspadura, heridas por contacto con temperaturas elevadas, la utilización del calzado inapropiado o callo plantares no tratados, pueden dar lugar a la formación de heridas (traumatismo externo indoloro)” explicó el Dr. José Daniel Braver, coordinador de Clínica del Pie Diabético y médico del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital de Clínicas. Por su parte la Dra. Marta Calvagno del hospital Tornú, explicó que “en muchos pacientes con pie diabético se suma un componente vascular donde se altera la circulación. Por lo tanto la lesión no cicatriza y se extiende con mucha rapidez”. Ambas problemáticas se potencian y pueden generar serias dificultades en las extremidades del diabético, hasta llegar incluso a una gangrena. Si se llega a este punto, en muchos casos el tratamiento habitual consiste en extirpar quirúrgicamente el dedo del pie.
Al respecto, en los últimos años se han desarrollado innumerables herramientas para tratar de manera rápida y selectiva cualquier herida, mejorar la recuperación y evitar la amputación. Una novedad es la aplicación del Factor de Crecimiento Epidérmico en la úlcera, dispositivo que estimula la formación de tejido y nuevos vasos sanguíneos. Esto permite el rápido cierre de la lesión en pacientes diabéticos.
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