Administradora: Lic. Daniela Carignano

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PODOLOGIA: Los pies sobre la tierra

jueves, 9 de junio de 2011

Patología ungueal en la infancia - J. Peyrí (CUARTA PARTE) Protocolos diagnósticos y terapéuticos en dermatología pediátrica

Patología ungueal en la infancia (CUARTA PARTE)

Autor: J. Peyrí

Protocolos diagnósticos y terapéuticos en dermatología pediátrica

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ENLACE (TERCERA PARTE):

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TUMORES UNGUEALES

Es innumerable la variedad de tumores que se pueden presentar en la región distal de los dedos

afectando las uñas, tanto de las manos como de los pies. Sólo revisaremos los más frecuentes

y que van a presentar problemas en la práctica diaria.

Verrugas víricas

Son lesiones papilomatosas causadas por el papiloma virus, mucho más frecuentes en la infan-

cia en sus localizaciones de manos y pies. Sobre todo en las manos tienen una gran tendencia

a localizarse en los repliegues ungueales y en tejidos subungueales debido al hábito de comerse

las uñas y las cutículas. Ello hace que pasen en muchas ocasiones indiagnosticadas al ser

consideradas como «pieles» o callosidades.

La afectación de la uña produce cambios ungueales como depresiones longitudinales de la

lámina, debidas a la afectación de la matriz y distrofias como consecuencia de la ubicación en

el lecho subungueal, en estos casos llega a haber incluso afectación ósea.

El diagnóstico diferencial es fácil cuando las verrugas son fácilmente visualizables, y en caso de

duda el raspado de la hiperqueratosis deja una superficie con un sangrado capilar muy caracterís-

tico de la papilomatosis. En la localización sublaminal es más difícil y el diagnóstico diferencial

con el cuerno subungueal, exóstosis subungueal, nevus verrugoso, quiste epidermoide, tumo-

res vasculares, etc; sólo puede efectuarse con biopsia previo levantamiento de la lámina ungueal.

El tratamiento de las verrugas víricas en su inmediación ungueal es realmente difícil y muchas

de las alternativas terapéuticas en otras localizaciones no son factibles, como la electrodesecación

bajo anestesia local. Posiblemente el tratamiento de elección es la criocirugía, controlando bien

la técnica y dosificando el nitrógeno a aplicar, casi siempre asociando la aplicación previa o

posterior de queratolíticos (ácido salicílico o ácido láctico en colodion) para facilitar la criocirugía.

Es una técnica que como todas es dolorosa, pero es la que menos posibilidad tiene de dejar

secuelas.

Nevus epidérmico verrugoso

Son lesiones verrugosas generalmente de disposición lineal, afectando piel y su prolongación

ungueal, zona proximal, originando fisuración y onicolisis. La diferenciación con los papilomas

víricos es histopatológica, donde se aprecian los cambios citopáticos propios de los virus. Como

el proceso puede evolucionar hasta antes del final de la adolescencia cualquier tratamiento

debería posponerse hasta entonces, habiendo casos de resolución espontánea.

Quiste epidérmico de implantación

No muy frecuentemente se presentan estas lesiones que aparecen como engrosamientos de los

dedos, como si fuese una acropaquia con uñas de cangrejo y dolor acompañante por afecta-

ción ósea demostrable radiológicamente.

La exéresis quirúrgica es resolutiva.

Tumores fibrosos

Hay varios tipos de lesiones tumorales con un componente fibrocitario e una histología caracte-

rizada por la presencia de cambios en el colágeno. Los más frecuentes son los tumores de

Koenen, fibroqueratomas periungueales adquiridos y dermatofibromas.

Los tumores de Koenen son fibromas periungueales, generalmente múltiples, que aparecen a

partir de la pubertad en pacientes afectos de esclerosis tuberosa.

El fibroqueratoma es una lesión tumoral adquirida, asintomática, benigna, que aparece espe-

cialmente en las proximidades de la matriz como una lesión hiperqueratósica, produciendo una

fisura longitudinal de la uña.

El dermatofibroma es principalmente periungueal, muy semejante al fibroqueratoma pero, evi-

dentemente, sin la punta hiperqueratósica, ni el collar de piel sobreelevada de éste.

Tumores vasculares

Las malformaciones venosas producen un lecho ungueal azulado que no precisan tratamiento

y que esporádicamente originan cambios de color negro por trombosis.

Las malformaciones arteriovenosas presentan más clínica, con unos dedos púrpura, con enco-

gimiento y sobrecurvatura gradual de la placa ungueal. En niños puede formarse un crecimien-

to rápido con dedos turgentes y dolorosos. El diagnóstico se confirma con la imagen ósea

radiológica y el tratamiento quirúrgico es efectivo.

El granuloma piógeno es una lesión relativamente frecuente en la infancia, afectando los plie-

gues ungueales o localizándose subunguealmente, produciendo una lesión tumoral carnosa

que sangra con facilidad. Aunque responde a la corticoterapia local, la cirugía, especialmente

la electroterapia y curetaje bien practicada es en mi experiencia la mejor alternativa.

El tumor glómico es un tumor característicamente doloroso que origina cambios de la lámina

ungueal dependiendo de la localización. A pesar de encontrarse frecuentemente en la matriz su

tratamiento quirúrgico no produce cicatrices permanentes puesto que suele ser un tumor muy

bien delimitado y de tamaño discreto.

Exóstosis subungueal

No es infrecuente este tipo de proliferación ósea que se detecta radiológicamente cuando uno

la sospecha. Hay datos clínicos que deben de orientarnos a este diagnóstico en la infancia

como la onicogrifosis (engrosamiento) (Fig.4),o la uña en pinza.

La uña en pinza es una distrofia de múltiples causas, muchas de ellas desconocidas, que se

caracteriza por el aspecto en pinza de la lámina ungueal , dolor y, frecuentemente, una exóstosis

en la falange subyacente. La uña tiene un aumento de la curvatura transversal a lo largo del

eje longitudinal de la lámina ungueal lo queorigina un pinzamiento de los bordes periungueales

(pinzas de cangrejo).

Debemos de hacer el diagnóstico diferencial con tumores subungueales.

Al ser unos cambios no únicamente estéticos, puesto que originan mucho dolor, es obligado

el tratamiento quirúrgico, debiendo de efectuarse una buena limpieza de la falange para evitar

las recidivas.

Bibliografía

1. Berker DAR., Baran R. Dawber RPR. Manual de Enfermedades de las uñas y su tratamiento.

Edimsa. Barcelona. 1998.

2. Camacho MF. Onicología. En Armijo M. Camacho F. Tratado de Dermatología. Aula Médica

Edit. Madrid, 1998.

3. Samman PO. The nail in disease. Hienemann, London, 1984.

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