JUANETES
Los juanetes pueden resultar dolorosos y, en ocasiones, el tratamiento indicado pasa por una intervención quirúrgica.
La afección de los juanetes suele aparecer más en la mujer que en el hombre y se debe a diferentes causas. .
En la terminología médica, esta afección se conoce como "Hallux Abductus Valgus", pero el común de los mortales prefiere llamarla juanetes. Con nombre técnico o profano, consiste en “una desviación progresiva del primer dedo y un crecimiento óseo en la cabeza del primer metatarsiano” explica Joaquín Páez, profesor de cirugía podológica de la Universidad de Málaga (Andalucía, sur de España). Además, “suele ir acompañado por bursitis, dolor e inflamación”, añade el podólogo.
El principal síntoma de los juanetes es “el dolor, que suele ser de naturaleza punzante”, afirma Páez. En la mayoría de los casos, los juanetes resultan dolorosos, “sobre todo en los estadios iniciales, cuando la enfermedad va avanzando”, indica.
“El dolor ocasionado por el crecimiento del hueso se produce por la irritación de un complejo vásculo-nervioso que recorre la zona lateral del dedo gordo, así como por la alteración estructural y mecánica que conlleva la desviación de los huesos”.
No obstante, “también existen pacientes que cursan la enfermedad sin ningún ...tipo de dolor”.
Entre las causas de la aparición de los juanetes, “tenemos etiologías genéticas, enfermedades reumáticas y alteraciones biomecánicas como pies planos y pies valgos”.
Los juanetes son más frecuentes entre las mujeres, pues existe “una relación directa con el tipo de calzado que se utilice”, sostiene el profesor de cirugía podológica. Se refiere, concretamente, al uso de zapatos “con punteras estrechas y tacón alto”.
“Es posible disminuir el desarrollo de esta deformidad si se utilizan zapatos cómodos y amplios para que los dedos no estén comprimidos ni se limite su movilidad”, indican los especialistas del sitio web “consumer.es”.
El zapato adecuado para evitar la aparición de los juanetes debe tener “una puntera amplia, contrafuerte rígido y no más de dos o tres centímetros de tacón”, precisa Joaquín Páez. “Zuecos, chanclas y aquel calzado descubierto por detrás tampoco es recomendable”, advierte.
DISTINTOS TRATAMIENTOS
Cuando el juanete ya se ha producido, existen distintos métodos para su tratamiento. “En estadios iniciales podemos utilizar ortesis de silicona para corregir la posición del dedo”, explica Páez.
Las ortesis son una suerte de prótesis hechas de silicona que pueden utilizarse con diferentes fines, tales como alinear los dedos del pie o proteger zonas que sufren roces o presión, dependiendo de la patología a tratar.
Entre los tratamientos aplicados a los juanetes, también están las “movilizaciones y ejercicios con los dedos”, cuenta el especialista. Asimismo, “con plantillas hechas a medida podemos ayudar a un mejor apoyo y favorecer la biomecánica del pie. De este modo, impedimos que se la enfermedad se produzca o avance”, comenta.
La cirugía se convierte en una opción necesaria para los pacientes que no han tenido éxito con los tratamientos conservadores. “Hoy en día, debido a los avances en cirugía, tenemos técnicas que han reducido tanto el dolor como el reposo postoperatorio”, afirma Páez.
Según recoge “elmundo.es”, existen “más de un centenar de técnicas quirúrgicas” para tratar los juanetes. “En general, la cirugía consiste en 'limar' la protuberancia ósea, cortar el hueso o mejorar su alineación y liberar los tejidos blandos comprimidos para reequilibrar la articulación del dedo gordo”.
“El tipo de intervención dependerá de la presencia de artrosis en la articulación, los síntomas, el tamaño de la deformidad y la edad del paciente”, indica este diario.
"La cirugía no está recomendada en adolescentes a menos que el dolor persista tras los tratamientos no quirúrgicos. Si el adolescente se somete a la intervención quirúrgica, sobre todo antes de que los juanetes estén completamente desarrollados, hay más posibilidades de que reaparezcan", advierte George H. Thompson, de la Case Western Reserve University en esta misma publicación.
En algunas ocasiones, la cirugía se convierte en el único recurso válido para combatir los juanetes, una patología que puede precipitar la aparición de otros trastornos.
“La desviación del dedo produce que el segundo dedo se desvíe, ocasionando lo que se conoce como dedo en garra o martillo”, explica Joaquín Páez.
“También tenemos asociados otros tipos de dolores debido a la alteración en la marcha del paciente, como es el caso de la fascitis plantar, las metatarsalgias, tendinitis, bursitis o dolor de rodillas y caderas”, apunta el podólogo.
DESTACADOS:
* El zapato adecuado para evitar la aparición de los juanetes debe tener “una puntera amplia, contrafuerte rígido y no más de dos o tres centímetros de tacón”, indica Joaquín Páez, profesor de cirugía podológica de la Universidad de Málaga (sur de España).
* La cirugía no está recomendada en adolescentes, a menos que el dolor persista tras los tratamientos no quirúrgicos, sostienen los especialistas.
* La aparición de los juanetes se debe a diferentes causas. Un componente hereditario, enfermedades reumáticas, alteraciones como los pies planos o el uso de calzado poco apropiado pueden originar esta patología.
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