Muchos estudios anteriores han sugerido que las características principales del pie humano, así como el modo bípedo de andar y la postura erguida, surgieron en los humanos antiguos hace aproximadamente 1,9 millones de años.
Sin embargo, un equipo de científicos de las universidades de Liverpool, Manchester y Bournemouth, en el Reino Unido, ha llegado ahora a la conclusión de que las huellas de pisadas dejadas por un ancestro humano que datan de hace 3,7 millones de años, muestran que sus pies y el modo de andar tenían rasgos más similares a los de los humanos modernos que a los de los chimpancés, orangutanes y gorilas cuando caminan de forma bípeda.
Los autores de la nueva investigación utilizaron una técnica estadística nueva para obtener una imagen tridimensional promedio de las 11 huellas intactas en Laetoli. Entonces esas imágenes fueron comparadas con los datos obtenidos de estudios sobre la formación de huellas y las presiones generadas bajo los pies al caminar, en los humanos anatómicamente modernos y en los simios actuales.
Se recurrió a una simulación por ordenador para predecir las huellas que se habrían formado con cada una de las diferentes maneras de andar, si, tal como parece, el individuo que dejó las pisadas pertenecía a la especie conocida como Australopithecus afarensis.
Antes se pensaba que el Australopithecus afarensis caminaba en una postura agachada o muy encorvada, e impulsándose mediante la presión sobre el suelo de la parte media del pie, como lo hacen los simios de hoy.
Sin embargo, Robin Crompton y sus colaboradores han descubierto que las huellas de Laetoli representan una forma bípeda de caminar totalmente erguida y dominada por la parte frontal del pie, especialmente el dedo gordo, una manera de caminar mucho más cercana a la de los humanos actuales, y muy diferente al andar bípedo de los chimpancés y otros simios.
Se recurrió a una simulación por ordenador para predecir las huellas que se habrían formado con cada una de las diferentes maneras de andar, si, tal como parece, el individuo que dejó las pisadas pertenecía a la especie conocida como Australopithecus afarensis.
Antes se pensaba que el Australopithecus afarensis caminaba en una postura agachada o muy encorvada, e impulsándose mediante la presión sobre el suelo de la parte media del pie, como lo hacen los simios de hoy.
Sin embargo, Robin Crompton y sus colaboradores han descubierto que las huellas de Laetoli representan una forma bípeda de caminar totalmente erguida y dominada por la parte frontal del pie, especialmente el dedo gordo, una manera de caminar mucho más cercana a la de los humanos actuales, y muy diferente al andar bípedo de los chimpancés y otros simios.
FUENTE: | http://www.solociencia.com/arqueologia/11083006.htm
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