Patología ungueal
Autor: J. Peyrí
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en dermatología pediátrica
Introducción
La uña es una estructura queratinizante con una diferenciación particular, como el pelo, que
presenta en diferentes situaciones una rica semiología , en ocasiones expresión de una infec-
ción o de un alteración concreta como un traumatismo, en otras como una alteración revelan-
do una enfermedad sistémica.
En la infancia la uña presenta muchos cambios que deben de considerarse antes de emitir un
único diagnóstico de micosis como muchos médicos acostumbran a hacer.
Signos ungueales propios de la infancia
La uña al ser delgada y trasparente se incurva por el extremo distal al nacimiento. Es frecuente
la onicosquisis (exfoliación transversal en capas del margen distal de la uña, con decoloración
de esta zona), cambio muy frecuente en uñas de los pies de los niños. Estos cambios y la
presencia de crestas longitudinales de la uña disminuyen con la edad.
La coiloniquia es una inversión en la curvatura de la lámina ungueal que le confiere un aspecto
cóncavo dorsal (cuchara). Es muy frecuente en la infancia, especialmente en el dedo gordo del
pie, aunque se ve en los demás dedos. No suele ser un indicador de deficiencia de hierro y
cistina como en el adulto.
Los capilares tan evidentes en el pliegue ungueal maduran hacia la forma adulta en pocos
meses dependiendo del peso de niño haciéndose imperceptibles.
Las líneas de Beau son depresiones centrales de la lámina que llegan a verse en un 92% de los
niños entre 4 y 14 semanas de vida y que pueden exacerbarse si ha habido sufrimiento fetal
intrauterino.
Un hallazgo ocasional son las lesiones ampollares autoinfligidas, que se ven en el dorso de los
dedos índice y pulgar al nacer, atribuyéndose a la propia succión dentro del útero.
Onicomicosis
Concepto.- Como hemos dicho previamente uno de los tópicos que se han perpetuado sobre la
patología de las uñas es de identificar cualquier cambio ungueal como infección fúngica. La
infección dermatofítica de la uña es rara en niños, especialmente por debajo de los 2 años.
Diagnóstico.- La forma clínica más frecuente en niños es la blanca superficial (Fig.1), presentado unas láminas
ungueales con una superficie muy blanca (parece pintada) y descamativa, que conllevan una lámina friable.
La presencia de Candida es frecuente en uñas traumatizadas o por inoculación debida al hábito de chuparse el dedo.
Tratamiento.- El uso de tratamientos antifúngicos tópicos como imidazoles, naftifina, ciclopiroxolamina y amorolfina
tienen sus limitaciones, aunque considerando que la forma blanca superficiales la más frecuente en niños, el tratamiento tópico con lacas de ciclopiroxolamina o amorolfina son muy útiles. Por vía sistémica griseofulvina tiene sus limitaciones y se han obtenido buenos resultados con terbinafina a dosis de 62,5 mg al día en un niño de dos años con afectación de los dedos de la mano por Trichophyton rubrum.
Paroniquia crónica
La inflamación crónica del perioniquio (región periungueal) es muy frecuente en niños, presen-
tándose como una reacción inflamatoria, fuertemente congestiva, de la parte proximal del
perioniquio, originando pérdida de la cutícula y alteraciones de la lámina ungueal en forma de
líneas transversales o alteraciones parciales o completas del crecimiento ungueal. Se presenta
localizada en uno o dos dedos.
El frotis puede evidenciar la presencia de bacterias como Streptococcus y Staphylococcus o Candidas.
Aunque frecuentemente se presenta en niños atópicos o con el hábito de chuparse el dedo.
Tratamiento.- La aplicación de esteroides tópicos, en ocasiones asociados a antibióticos, es
suficiente para resolver la mayoría de los casos.
Paroniquia aguda
Concepto.- La inflamación aguda del perioniquio es un proceso generalmente infeccioso que
produce un cuadro de inflamación intensa, tumefacción y dolor del dedo. Esta infección de
tejidos blandos proviene generalmente de pequeños traumatismos o padastros.
Clínica.- La inflamación se desarrolla en una zona periungueal donde aparecen, vesículas,
ampollas o pústulas que conducen frecuentemente a una lesión flemonosa, muy sensible al
tacto y pudiendo acompañarse de una necrosis que origina distrofia ungueal.
Una forma clínica especial de infección bacteriana es la dactilitis ampollosa, con amplias am-
pollas sobre el pulpejo del dedo y afectando áreas periungueales.
En ocasiones una vesiculación periungueal puede ser producida por la infección del virus her-
pes simple, habiendo recibido el nombre de panadizo herpético.
Tratamiento.- En los casos más característicos de Staphylococcus o Streptococcus se adminis-
trarán antibióticos penicilasa resistentes orales acompañando a los antimicrobianos tópicos. La
clínica indicará la necesidad de una incisión directa para drenar el contenido purulento, o la
avulsión proximal parcial.
En algunos casos la infección es superficial, únicamente epidérmica y con una clínica superponible
al impétigo, tanto la forma costrosa como la ampollosa. En estos casos los antimicrobianos
tópicos son suficientes.
CONTINUARÁ...
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