La estructura del pie es muy compleja.
Está compuesta por tejidos duros y blandos.
El pie tiene 26 huesos, 33 articulaciones, 20 músculos, más de 100 tendones y ligamentos, que se agrupan en tres regiones: antepié, mediopié y retropié.
Los ligamentos del pie cumplen la función de ajustar los huesos dentro de una posición estable.
La fascia plantar envuelve y mantiene en su posición al conjunto de músculos y ligamentos.
Gracias a la disposición de los elementos mencionados, cuando se inicia la marcha los arcos longitudinales y transversos trabajan permitiendo una distribución de las fuerzas en la región plantar.
Tenemos tres puntos de apoyo: el calcáneo, la 1º cabeza metatarsiana y la 5º cabeza metatarsiana; y tres puntos de propulsión: 1º cabeza metatarsiana, 5º cabeza metatarsiana y el hállux. Estos puntos son los responsables de soportar el peso del cuerpo en estática y en dinámica.
Está compuesta por tejidos duros y blandos.
El pie tiene 26 huesos, 33 articulaciones, 20 músculos, más de 100 tendones y ligamentos, que se agrupan en tres regiones: antepié, mediopié y retropié.
Los ligamentos del pie cumplen la función de ajustar los huesos dentro de una posición estable.
La fascia plantar envuelve y mantiene en su posición al conjunto de músculos y ligamentos.
Gracias a la disposición de los elementos mencionados, cuando se inicia la marcha los arcos longitudinales y transversos trabajan permitiendo una distribución de las fuerzas en la región plantar.
Tenemos tres puntos de apoyo: el calcáneo, la 1º cabeza metatarsiana y la 5º cabeza metatarsiana; y tres puntos de propulsión: 1º cabeza metatarsiana, 5º cabeza metatarsiana y el hállux. Estos puntos son los responsables de soportar el peso del cuerpo en estática y en dinámica.
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